New York in a Bottle
El o la que ha visitado New York sabe muy bien que es una ciudad fascinante, que si no la aprendes a dominar fácilmente te va a dominar a ti; que si no abres los ojos atentamente puede que hayas esperado la luz del semáforo al lado de una estrella de Hollywood o perdido la parada del MTA en la que te tenías que bajar y probablemente termines en Buschwick o Greenpoint.
Sobre todas las cosas, New York es una ciudad de contrastes. Y este fue el punto de partida para Juliette Karagueuzoglou, la perfumista que creó la formula detrás de la nueva fragrancia de Coach Eau de Parfum.
La fragancia a mi parecer representa una actitud free-spirited, así como la que ha sabido cimentar Stuart Vevers desde que comenzó como Director Creativo de Coach en el 2013; la composición es floral con vibrantes notas superiores de hoja de frambuesa, pimienta rosa y pera, que representan la energía de Nueva York. El corazón incluye un acuerdo de rosa turca, sobre la base de almizcle de ante y sándalo. Es vivaz y brillante, sensual y femenina.
La botella es muy femenina, en forma de óvalo, y hace alusión a varios de los emblemáticos códigos de la marca. La tapa del aerosol en forma de cierre con giro dorado, la inconfundible etiqueta de cuero color rosa y en metal pulido, y el logo del caballo y el carruaje grabado en el vidrio.
“Es duradera, así que es perfecta para día y noche. Yo la usaría en esas ocasiones cuando quiero verme casual pero sentirme elegante. No se trata de ’cuándo’ sino de ‘cómo’”, explica Karagueuzoglou.
He or she who has visited New York City knows very well it’s a fascinating city, that if you don’t learn how to dominate it quickly it will easily eat you up; that if you don’t open your eyes attentively you might be waiting for the traffic lights next to a Hollywood star or worse, miss your MTA stop and end up in Coney Island.
But above all, New York is a city full of contrasts. And this was the starting point for Juliette Karagueuzoglou, the perfumer who created the formula for Coach’s new Eau de Parfum.
The fragrance, to me, represents a free-spirited attitude, the one Stuart Vevers has built over his years as Creative Director since 2013; the scent is very floral, with vibrant raspberry leaves as top notes, rose pepper and pear, symbolizing New York’s hyped energy. Heart notes include Turkish roses, and the middle notes are made of suede musk and spearmint. It’s vivacious, bright yet sensual and feminine.
The bottle is oval-shaped, alluding many of the brand’s codes – the spray cap is shaped as a gold turn lock, to imitate the closure of Coach’s most famous bags; the ebony tag that hangs off, and to finish the iconic horse carriage logo which is engraved in the glass.
“It’s longlasting, perfect for day and night. I’d wear it when I wanna look casual but feel elegant. It’s not about ‘when’ but ‘how’,” explained Karagueuzoglou.